(español abajo)

What is a recall?

A recall is an election process that removes elected officials from their positions before they complete their term. It is not like other democratic procedures because it does not require the support of the majority of voters. It also results in an additional or “special” election to take place.

A small cohort of millionaires and conservatives wanting to undermine our democracy are behind the recent recall movements happening across the country. They aim to disrupt the work of our elected officials who the majority of voters have democratically chosen to represent us.

The burden of costs and implications associated with recall elections fall on voters and taxpayers: 

  • A special election for a recall costs taxpayers approximately twice as much as a regular election, diverting millions of dollars from community programs and services. At a time when we are still recovering from the pandemic and a budget deficit, a special election puts the unjust burden and unnecessary costs on the taxpayers.
  • Recall elections can exert strain on voters causing lower voter turnout to future elections when there are multiple elections held in the same year. 
  • Recalls can cause confusion among voters
  • Recalls can cause a decline in democratic participation
  • Voter mobilization becomes increasingly difficult and costly when there is an extra election taking place. 

Additionally, recalls tend to lead to the targeted elected official becoming less effective in their role since they have to continue to carry out their duties while simultaneously fighting a recall effort. 

It is possible to hold our electeds accountable while also allowing them to complete their term and responsibilities. We need to continue to push for accountability with our elected officials, rather than push them out of the door.

Take a look at the impacts of special elections below and check out our slides to learn about the recall election process.

¿Qué es una destitución?

La destitución es un proceso electoral que destituye a los cargos electos antes de que terminen su mandato. No es como otros procedimientos democráticos porque no requiere el apoyo de la mayoría de los votantes. Además, da lugar a la celebración de unas elecciones adicionales o “especiales”.

Una pequeña cohorte de millonarios y conservadores deseosos de socavar nuestra democracia está detrás de los recientes movimientos de destitución que se están produciendo en todo el país. Su objetivo es perturbar la labor de nuestros funcionarios electos, a quienes la mayoría de los votantes ha elegido democráticamente para que nos representen.

La carga de los costes y las implicaciones asociadas a las elecciones revocatorias recae sobre los votantes y los contribuyentes:

  • Una elección especial para una destitución cuesta a los contribuyentes aproximadamente el doble que una elección ordinaria, desviando millones de dólares de programas y servicios comunitarios. En un momento en que todavía nos estamos recuperando de la pandemia y de un déficit presupuestario, unas elecciones especiales hacen recaer sobre los contribuyentes una carga injusta y unos costes innecesarios.
  • Las elecciones de revocación pueden ejercer presión sobre los votantes provocando una menor participación en futuras elecciones cuando se celebran varias elecciones en el mismo año.
  • Las revocaciones pueden causar confusión entre los votantes.
  • Las revocaciones pueden provocar un descenso de la participación democrática.
  • La movilización de los votantes se hace cada vez más difícil y costosa cuando hay una elección extra.

Además, las revocaciones tienden a hacer que el cargo electo en cuestión sea menos eficaz en su función, ya que la destitución de los cargos electos puede ser un obstáculo para la democracia.